Cuando hablamos de baldosa hidráulica no estamos hablando de nada nuevo. Seguro que todavía se mantiene este tipo de baldosa en algunas casas de nuestros abuelos.
Se inventa en Francia a mediados del siglo XIX y recibe ese nombre por el proceso de su fabricación. Utiliza moldes metálicos para la aplicación de los colores, que posteriormente son fijados a la base de cemento mediante el uso de prensa hidráulica.
Ahora en el siglo XXI volvemos a antaño y le hemos vuelto a coger cariño a la baldosa hidráulica y no solo la utilizamos para embellecer los suelos.
También hemos encontrado su utilidad como azulejos para el baño. Quedan genial para dar un toque de distinción a la pared de la ducha, ¿verdad?
Con el tiempo tenemos infinidad de diseños en la baldosa hidráulica. Pueden ser de colores vivos y elementos geométricos pero también se encuentran con diseños figurativos como los del frente de esta cocina.
¿Y qué me decís de las escaleras? Son perfectos para hacer que tus escalones sean originales poniendo baldosas de distintos colores en cada escalón.
Pero si no quieres atreverte a forrar la casa de baldosa hidráulica pero te gustaría introducirla de alguna manera en tu decoración, hemos escogido esta idea para ti. Un mueble recibidor con todo el encanto de los azulejos. Así si te cansas siempre podrás cambiarlo sin tener que hacer obra 😉